Barcelona y sus edificios, algunos con siglos de historia, son protagonistas de cientos de mitos y leyendas urbanas. Desde el Teatro del Liceo a la casa en la que se rodó REC, una ciudad como la capital catalana es una gran inspiración para la imaginación de su población. Los edificios son una parte fundamental de nuestra vida. Vivimos en ellos, trabajamos en ellos, nos divertimos en ellos. Siendo tan importantes, y teniendo los seres humanos gusto por las historias, no es raro que se acaben propagando leyendas en torno a ellos. Una ciudad con la historia de Barcelona da pie a miles de historias y leyendas. ¿Sabías que en realidad el brazo de Colón no apunta a América? Para hacerlo, debería dirigirse hacia Las Rambas, sin embargo sus promotores pensaron que la gente no comprendería el simbolismo y lo encaró al mar. Estas son algunas relacionados con lugares emblemáticos de la ciudad. La Sagrada Familia ¿El techo de la ciudad? Barcelona es una de las metrópolis más importantes del Mediterraneo, y como tal puede llamar la atención la ausencia de rascacielos -edificios de más de 150 metros-. Uno de los argumentos que se suele dar es que el suelo de la ciudad no soporta edificios altos tan bien como el de otras capitales, aumentando el coste de la edificación pasada una determinada altura. Pero la leyenda urbana cuenta que se debe a que ningún arquitecto quiere superar los 172 metros que tendrá la Sagrada Familia cuando finalmente esté completada. No existe ninguna norma municipal que impida superar su altura -que Gaudí eligió para no superar la de Montjuic, que él consideraba el punto más alto de Barcelona creado por Dios-. Sin embargo, lo cierto es que ni durante la preparación de los Juegos Olímpicos ni con la extensión de la Diagonal ninguna edificación llegó a esa altura. El Gambrinus La escultura de la gamba diseñada por Javier Mariscal se ha convertido en uno de los símbolos del puerto de la ciudad, uno de los recuerdos de Barcelona 92. Lo que hoy es una escultura situada en al final del Paseo de Colón originalmente formaba parte de un edificio. En concreto de un complejo de bares y restaurante que, al acabar los juegos, se vieron obligados a cerrar. Solo tras diversos litigios, la Gamba de Mariscal pasó a ser propiedad del Ayuntamiento de Barcelona, siendo restaurada en 2004. Las paradas “fantasma” Desde que el 31 de diciembre de 1924 se inauguró el Metro de Barcelona, ha sido uno de los principales métodos de transporte de sus habitantes. A lo largo de sus más de 90 años de historia se han realizado multitud de modificaciones, lo que ha dejado sin funcionar algunas estaciones, como Banc y Correus, ambas situadas en Vía Laietana. Banc, situada en frente de Caixa Catalunya -que en los años 40 era sede del Banco de España- fue el centro de muchas leyendas que decían que contaba con una estación secreta a la que llegaban trenes llenos de dinero, algo que nunca se demostró. Otra estación fantasma es Gaudí, situada en la Avenida Gaudí, en las inmediaciones de la Sagrada Familia. En un principio iba a formar parte de las líneas 2 y 5, sin embargo un cambio en el plan de desarrollo urbano hizo que jamás se inaugurara -la única en la historia de Barcelona que nunca ha entrado en uso-. Sus andenes, a oscuras, siguen intactos y pasan inadvertidos para los miles pasajeros que los cruzan cada día. El resto de la estación se ha destinado a otros usos. Por ejemplo, el vestíbulo es sede de una asociación de trabajadores jubilados de TMB. El teatro del Liceo Si hay un edificio legendario en la ciudad condal, en todos los sentidos de la palabra, ese es el Gran Teatro del Liceo, que desde su construcción ha sido el epicentro de la mitología barcelonesa. En 1662 de levantó en el lugar donde hoy está el edificio un convento de la orden de la Orden Trinitaria. Con los años, pasó a ser usado como almacén de armas por el ejército francés y como club social por políticos liberales. En 1835 ardió, y donde había estado el viejo convento se construyó el teatro. Financiado con el dinero de la burguesía de la ciudad, estaba a apenas unos metros del Teatro Principal, con el que pronto empezó una feroz competencia. Comenzaron a circular rumores de que se realizaban clandestinamente bailes de disfraces, algo mal visto en la época. Se decía que eso podría enfurecer a los monjes que descansaban en la cripta. Y en 1861, se volvió a incendiar. Durante la reconstrucción, cuenta la leyenda que se encontró una nota que avisaba: “soy el búho y voy solo. Si lo volvéis a levantar, lo volveré a quemar”. Y tardó, pero en 1994 volvió a arder. Por suerte, desde que en 1999 abrió de nuevo sus puertas no ha habido nuevos incidentes y con todos los nuevos sistemas de seguridad, no parece que la maldición del Liceo vaya a atacar de nuevo. Rambla Catalunya 34, una casa de película Las películas, especialmente de terror, suelen generar muchas leyendas alrededor de los edificios en los que se ruedan. Un buen ejemplo es el edificio Dakota en el que se rodó La semilla del diablo. En Barcelona existe un edificio en el que se han rodado cerca de 50 películas. Situado en Rambla Catalunya ha acogido rodajes como Salvador, aunque ninguna le ha dado tanta fama como Rec, en la que más que un escenario se convirtió casi en un personaje más. Lo más curioso es que la escultura que remata el edificio muestra tres figuras rodeando a una mujer. Un monstruo situado debajo la agarra de forma similar a la escena final de la película… ¿Será el principio de una nueva leyenda vinculada a un edificio? //pagead2.googlesyndication.com/pagead/js/adsbygoogle.js (adsbygoogle = window.adsbygoogle || []).push(); Source link from Blog https://goagencies.com/edificios-de-barcelona-con-historia/ via Go Agencies from Network Coaching https://thenetworkcoaching.wordpress.com/2017/04/29/edificios-de-barcelona-con-historia/ via IFTTT from Local SEO Guru http://localseoguru.tumblr.com/post/160120256138 via IFTTT
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